La muerte de uno de los protagonistas de Final Fantasy VII es uno de esos momentos icónicos de los videojuegos. Ya en su momento fue un bombazo: te lo contaban tus amigos en el colegio, medio incrédulos de que algo así pudiera pasar en un videojuego. Lo contaban los protagonistas de mangas y series de animación japonesas, en una suerte de derribo no sé si de la cuarta, la quinta o qué pared. Los redactores de las revistas de videojuegos, pese a saber que no debían destripar los argumentos de los juegos, no podían resistirse a mencionarlo.
Muerto antes de empezar
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